La historia de la
Selección Argentina en este casi centenario torneo cuenta con
muchas páginas cargadas de gloria, escritas por jugadores rojinegros. Hagamos un breve repaso.
Newell’s no sólo es el club de Rosario que más representantes aportó a la Copa América, sino que es el sexto equipo a
nivel nacional, con 36 presencias. Los tres debutantes serían los delanteros
Atilio Badalini, Julio Libonatti y Antonio Miguel, quienes disputaron todos los
partidos del 4° Campeonato Sudamericano
disputado en Chile en 1920, donde Argentina terminaría como subcampeón detrás de
Uruguay.
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Libonatti convierte el gol del campeonato ante Uruguay (1921). |
Recién en la 5ª edición del torneo, la selección albiceleste lograría
levantar por primera vez el trofeo. Corría el año 1921, y como país organizador,
Argentina tenía la obligación de quebrar la hegemonía uruguaya. En el plantel
otra vez resaltaban tres presencias leprosas: Adolfo Celli, Blas Saruppo y
nuevamente Julio Libonatti. En el partido definitorio frente a la selección
uruguaya, el gol del campeonato fue made
in Newell’s: un fuerte remate de Saruppo no alcanza a ser retenido por el
arquero celeste, y el rebote es aprovechado por el “Potrillo” Libonatti para empujar la pelota al arco.
Esa tarde Libonatti se consagró como héroe
nacional, y fue llevado en andas por una multitud desde la cancha de Sportivo
Barracas hasta la Plaza
de Mayo. De la mano de Newell’s, el fútbol rosarino estuvo muy bien
representado en aquella primera conquista argentina, aunque también hay que
resaltar que otros dos clubes de la ciudad también aportaron jugadores. Uno fue
Belgrano, quien tuvo como exponente a Florindo Bearzotti (años más tarde
jugaría en Newell’s). El otro Central Córdoba, con el legendario Gabino Sosa.
Al año siguiente el torneo se celebraría en Brasil, y el seleccionado
argentino llegaba capitaneado por el inolvidable Adolfo Celli. Lo acompañaban su hermano Ernesto, Alfredo Chabrolín
y nuevamente Julio Libonatti. Con cuatro presencias, Newell’s fue el equipo que
más jugadores cedió. El desempeño de la selección esta vez no sería el mejor,
ya que terminaría cuarta.
Para encontrarnos nuevamente con brillantes actuaciones de futbolistas
rojinegros debemos remontarnos al Sudamericano de 1945 en Chile, donde se
consagró internacionalmente Ángel Perucca. Dueño absoluto del mediocampo, fue
bautizado por la prensa chilena como “El
Portón de América”, apodo con el que es recordado hasta nuestros días. Otro
leproso que sobresalió, pero en la ofensiva, fue el gran René Pontoni. Con
4 goles, el infalible artillero fue otro de los puntos altos de un seleccionado
que finalmente saldría campeón.
Luego, Argentina alcanzaría el tricampeonato consecutivo (única selección
que lo lograría en la historia) al quedarse con la Copa en Argentina 1946 y en
Ecuador 1947. En el primero participó de todos los partidos Juan Carlos
Sobrero, siendo el único embajador rosarino, ya que Perucca quedó afuera por
una lesión a días del inicio. En Ecuador ya fueron 3 los representantes de
nuestra ciudad, y por supuesto los 3 fueron de Newell’s: nuevamente Juan
Sobrero, Ángel Perucca y
Juan Carlos Colman. Los tres disputaron juntos casi todos los encuentros
teniendo un desempeño sobresaliente.
Los años 50 y 60 en lo general, no fueron buenos futbolísticamente para
Newell’s. Esto se vio reflejado en las sucesivas listas de buena fe de la Copa América, donde
sólo aparece un representante rojinegro en la edición de Argentina 1959: Jorge Bernardo Griffa, quien jugó
cuatro partidos, sobresaliendo en la defensa de una Selección que alcanzaría un
nuevo título.
Para la disputa de la
Copa América 1975 (donde no hubo sede fija, sino que se
disputaban matchs de ida y vuelta en
distintos escenarios) el seleccionador César Menotti decide conformar su equipo
privilegiando a los valores de Santa Fe y Córdoba. Así Newell’s, con 5
jugadores, pasa a ser la institución que más elementos aportó. Estos fueron los
campeones de 1974 Mario Zanabria, Andrés
Rebottaro, José Luis Pavoni y Jorge Valdano, a los que se sumaba un juvenil
que luego haría historia en el Mundial 78, Américo
Rubén Gallego. El desempeño general del equipo no sería bueno, quedando eliminado
prontamente por Brasil.
Podemos decir que la
Copa América de 1991 en Chile fue la última donde un
rojinegro ofreció una actuación superlativa. Hablamos de Darío Franco, quien
fue titular indiscutido, convirtiendo además dos golazos ante Brasil por la
ronda final, aún hoy recordados. Franco participó de esa Copa junto a Fernando Gamboa
(que disputó 2 partidos), perdiéndose ambos la posibilidad de jugar las
memorables finales con Boca, que consagraron a Newell’s campeón 1990/91.
Los últimos embajadores leprosos fueron Mauro Rosales y Leandro Fernández
en Perú 2004, donde Argentina finalizó subcampeona con Marcelo Bielsa de
técnico. Además de los nombrados hasta aquí, también integraron planteles
argentinos y fueron protagonistas con mayor o menor relevancia Juan Gayol y
Alberto Belén (1941), Juan Silvano Ferreyra (1942), Víctor Ramos (1983), Jorge
Theiler (1987), Roberto Sensini (1989), Julio Zamora y Norberto Scoponi (1993)
y Marcelo Escudero (1995).
En una nueva edición de la Copa América en Chile
2015, le llega el turno a Milton Casco,
quien se convierte en el 37º jugador leproso en participar de esta competencia.
El virtuoso lateral será el encargado de reforzar una historia de gloria y protagonismo que viene escribiendo Newell’s
Old Boys desde 1920. Además, Chile 2015 resulta una instancia más que
especial para todos los rojinegros, ya que uno de nuestros máximos ídolos, Gerardo “Tata” Martino, será el
encargado de conducir a la
Argentina hacia el triunfo, tras 22 años de sequía.
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Libonatti, Saruppo y Celli antes del último partido ante Uruguay (1921). |
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Adolfo Celli ante Uruguay (1921). |
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Darío Franco y la Copa (1991). |
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Ángel Perucca ante Chile (1945). |
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Peruca en 1945 |
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René Pontoni ante Colombia (1945) |
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Milton Casco (2015) |
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El Tata Martino, DT en Chile 2015. |