Por: Gonzalo Varlet. (Publicado en www.elrojinegro.com el 03.01.2011).
|
Newell's campeón internacional. |
Newell's campeón internacional.
La
Argentina de 1943 transitaba por una
frágil situación política. El año anterior Ramón Castillo asumía la presidencia
de la Nación
tras el fallecimiento de Roberto M. Ortiz. Castillo fue el último presidente de
la denominada “década infame”,
iniciada con el golpe de Estado de 1930 y caracterizada por el “fraude patriótico” y la corrupción
institucional. En 1943 debían realizarse nuevamente elecciones, donde se
descontaba el triunfo fraudulento de la fórmula oligárquica encabezada por el
empresario azucarero Robustiano Patrón Costas, quien había gobernado con mano
dura a la provincia de Salta sometiendo a sus trabajadores a condiciones de
explotación extrema. Pero el 4 de junio otro golpe de Estado pondría fin a ese
período de la historia argentina, inaugurando un nuevo escenario político que
derivaría poco después en la aparición del peronismo, tras la jornada del 17 de
octubre de 1945 y las elecciones libres de 1946.
El mundo del fútbol parecía establecer cierta sintonía
con el contexto político. Durante la “década
infame” River, Boca e Independiente se repartían la hegemonía en los
campeonatos de AFA, tan sólo quebrada por San Lorenzo en una oportunidad. Ganar
de visitante implicaba toda una proeza para los equipos del interior,
perjudicados sistemáticamente por los sospechosos arbitrajes que favorecían a
los denominados “grandes”.
A pesar de esto, Newell’s había obtenido un importante
cuarto puesto en el campeonato de Primera División de 1942, siendo ese año el
único representante de la ciudad en primera y adjudicándose el torneo amistoso “Cuadrangular Rosario”. Ya en 1941 había
alcanzado la tercera colocación, ubicando a José Cantelli como máximo goleador
del torneo, con 31 conquistas y alcanzando la mayor goleada en el clásico de la
ciudad por torneos de AFA, superando al rival de siempre por 5 a 0 en el Parque. En el plano
institucional, el Club era presidido desde 1941 por Vicente Pomponio y la masa
societaria entraba un gradual proceso de crecimiento que se extendería por más
de una década.
Así las cosas, la Copa de Oro 1943, o Torneo Nocturno Rioplatense,
o como popularmente se lo llamó: “Torneo
de los Grandes”, conforma un hito trascendental de la rica historia
leprosa. Porque ganarlo -y por la forma en que lo ganó- catapultó a Newell's a
los primeros planos del fútbol sudamericano y lo hizo merecedor de un
reconocimiento y prestigio tan grandes como nunca haya tenido hasta entonces un
club de la ciudad.
Para comprender la magnitud de dicha competencia, nos
tenemos que remontar hacia aquellos años, donde por supuesto la Copa Libertadores
no existía y la
Confederación Sudamericana de Fútbol sólo organizaba torneos
entre Selecciones Nacionales.
A nivel clubes, sin embargo, los enfrentamientos
“rioplatenses” llevaban una tradición de más de 40 años. A partir de 1900 se
disputaron las 19 ediciones de la Copa Competencia Chevallier Boutell
en la que Atlético del Rosario estampó su nombre en tres oportunidades (1902,
1904 y 1905). En 1914 se inaugura la Copa
Ricardo Aldao,
que enfrentaba a los campeones de Argentina y Uruguay para dirimir el poderío
sudamericano, en tiempos en los que Brasil aún no asomaba como la potencia que
es hoy día y el resto de los países del continente eran absolutamente
periféricos en lo que a fútbol se refiere. En 1941 River Plate se consagraba
campeón de la Copa Aldao
derrotando a Nacional de Montevideo. En 1942, ambos clubes fueron nuevamente
finalistas, pero por cuestiones de calendario la Copa no se disputó y quedó
desierta. Sin embargo, ese año se disputó otra competencia de segundo orden, la Copa Confraternidad
Escobar-Gerona que fue ganada por Peñarol
tras superar a San Lorenzo.
Finalmente, la
Copa de Oro ocupó en 1943 el espacio vacante de las
competencias “rioplatenses”, pero con un formato más ambicioso: 6 equipos
argentinos y 2 uruguayos se enfrentarían todos contra todos para dirimir la
corona sudamericana.
Y ante tal evento, el 16 de Enero de 1943, la ciudad se
vistió de gala, esperando con orgullo el debut de su hijo pródigo. Newell’s
pisaba esa noche el Parque con Honores; Cruz y Sobrero; Pellegrini, Perucca y
Reynoso; Inés, Scliar,
Pontoni, Morosano y Ferreyra. La presentación fue decepcionante: 0 - 4 ante
Independiente (3 goles de Arsenio Erico, máximo goleador de la historia del
fútbol argentino). Cuentan las crónicas de la época que Newell's venía de
realizar una gira por Perú y llegó a Rosario muy pocas horas antes del partido,
teniendo que alternar jugadores cansados con suplentes. Ésa resultó ser una
ventaja muy grande para el poderoso Independiente.
La segunda fecha nos enfrentaba con Racing, pero el
partido se suspendió por la lluvia, lo que en definitiva resultó fundamental
para que los nuestros repusieran fuerzas.
Nos
reincorporamos en la 3º Fecha y la historia ya iba a ser distinta. El 30 de
enero nos visitaba Nacional de Montevideo y con la habitual alineación titular
-salvo el arquero Azzurro en reemplazo del peruano Honores- aplastamos al
tricolor por 4 a
0 (1 gol de Morosano y 3 de Pontoni).
Entresemana se disputó el encuentro suspendido por la
segunda fecha. Newell’s viajó hasta Buenos Aires a medir fuerzas con Racing y
ganamos 5 a
3 con goles de Canteli -2-; Ferreyra, Pontoni y Morosano. Nuestro equipo se
quedó en la Capital,
ya que tan sólo dos días después jugaría en el Gasómetro con Huracán. Salió la Lepra con su formación base,
aquella que rara vez alteraba: Honores; Gilli y Sobrero; Carlucci, Perucca y
Reynoso; Camer, Canteli, Pontoni, Morosano y Ferreyra. El DT era Adolfo Celli,
el "Alemán", tremenda gloria de nuestra historia que le dio su nombre
al salón que hoy funciona como departamento de Cultura en nuestro Club. Fue
tercera victoria al hilo. 3 a
1 (Pontoni, Camer y Canteli) y alcanzábamos el segundo puesto, a 1 punto del
invicto Boca, justo nuestro próximo rival.
Ese match se jugó en Rosario el 13 de Febrero. La
recaudación fue la más alta de los partidos disputados en suelo argentino ($
26.153.-). Lleno total en el Parque para un encuentro definitorio. Fiel a una
final, dicen que el buen juego quedó de lado y abundaron la fricción, la garra
y el corazón. 1 a
1 terminó el primer tiempo (gol de Ferreyra). El segundo fue muy parejo y Boca
pudo ganarlo, pero a tan sólo 5' del final, Cantelli le dio la victoria y la
punta a Newell's.
Para la 6º Fecha, la Lepra tuvo que cruzar el charco para, ante 50.000
espectadores en el estadio Centenario, jugar frente Peñarol. El partido era por
demás complicado, más teniendo en cuenta que Canteli y Morosano no jugaban por
estar lesionados, siendo reemplazados por Scliar y Fiore. Sin embargo, el
primer tiempo de Newell’s fue la mejor exhibición de fútbol del certamen.
Tras un auténtico baile nos fuimos al descanso 2 a 0 (Ferreyra y Fiore). En el
complemento la cosa se iba a poner brava. En una ráfaga, Peñarol empataba y a
los 30' pasaba al frente. Pero cuando todo parecía perdido, apareció el gran
René Pontoni para empatar sobre la hora.
Boca, tras ganarle a San Lorenzo 4 a 1, nos alcanzaba en la
punta a una fecha del término. La situación era la siguiente: el 28 de Febrero
Newell’s jugaba con San Lorenzo en cancha de Chacarita y dos días después Boca
se medía ante Independiente. Si Newell's y Boca se mantenían como punteros, el
4 de marzo se jugaría en Buenos Aires el partido desempate para ver quién se
quedaba con el título.
Cantelli y Morosano se
recuperaron y conformaron entonces la formación habitual y clásica para
enfrentar a los de Boedo. Apenas comenzado el partido, a los 2', Camer ponía el
1 a 0. A los 6' del ST, Morosano
marcó el segundo. El descuento azulgrana a los 30' puso dramatismo hasta que
llegó el final. Newell's ganó 2
a 1 y cumplió con su parte Ahora restaba esperar el
encuentro de Boca. Y ese 2 de marzo de 1943, la familia rojinegra se reunió al
lado de las radios, para esperar buenas noticias y poder festejar.
Independiente ganó y tenía que ser un fanático leproso, Vicente
"Capote" de la Mata,
el que convirtiera el gol del triunfo y desatara un carnaval en las calles
rosarinas. De ese modo, Newell’s -que había sido el único representante de la
ciudad durante 1942- obtenía su primer título internacional durante el receso
de 1943.