Una postal de aquel año 1939 |
75 años han pasado desde aquel 19 de marzo de 1939, en el que aquellas once garras de leones se asomaron por el viejo túnel del estadio, dispuestos a disputar el primer partido oficial de Newell’s por torneos regulares de AFA[1].
El
rival de turno fue San Lorenzo de Almagro y Newell’s formó con Heredia; Gilli y
Soneyro; Sisniega, Perucca y Reynoso; Belén, Fabrini, Gómez, Franco y Sánchez. El rojinegro -en rigor, vestido aquella tarde con camiseta alternativa celeste- superó a los azulgranas por 2 a
1 (Eduardo Gómez y Alberto Belén), abriéndose paso hacia un meritorio cuarto
puesto, detrás de Independiente, River y Huracán. La experiencia fue auspiciosa
y Newell’s revalidó su jerarquía a nivel nacional. En sus partidos debut con
los grandes de Buenos Aires venció a Boca (2 a 1), a Racing (2 a 0), a Huracán (2 a 1) y empató con River (2 a 2). Sólo perdió con el
campeón Independiente (2 a
0), mientras que los clásicos finalizaron empatados (ambos 1 a 1).
Carlos Gervasio Colombres |
Pero estos datos quedarían meramente en lo anecdótico, si no comprendemos la importancia histórica de aquel paso vital. El fútbol rosarino, en crisis terminal, no ofrecía el escenario adecuado para que Newell’s exhibiera todo su potencial, al tiempo que el déficit económico se acrecentaba. Se hacía imprescindible tomar alguna decisión de trascendencia. El joven presidente leproso Carlos Gervasio Colombres, diagramó entonces un proyecto audaz: el ingreso de Newell’s Old Boys a los torneos regulares de AFA. Colombres impulsó personalmente la idea en Buenos Aires, donde años antes se habían rechazado proyectos similares. El acceso a AFA no resultaría una empresa sencilla. Pero esta vez el presidente rojinegro -secundado por Lito González y Francisco Campá- convenció a las principales entidades porteñas contando con un aliado de jerarquía: José Munin, vicepresidente de Racing.
Con el proyecto ya encaminado en Buenos Aires, se abría un frente de
conflicto en el ámbito de
Al buen desempeño deportivo se sumó un importante beneficio económico,
producto de la presencia masiva del público leproso en los partidos oficiales. Cabe
aclarar, que tanto Newell’s como Central debían cumplir con una cláusula
económica: garantizarle a los clubes porteños un mínimo de recaudaciones
jugando de local. Como es de suponer, el rojinegro superó holgadamente la
exigencia, recaudando sensiblemente más que su clásico rival en aquella
temporada inaugural[2]…
Carlos Colombres falleció el 9 de septiembre de 1939. Contaba apenas con
39 años. Antes de acceder a la presidencia de Newell’s llegó a ser Diputado
Nacional. Desde su banca impulsó innumerables proyectos de características
sociales. En su corta vida dejó un ejemplo imborrable para las generaciones
futuras, legado que se plasmó en el bronce del busto que en su honor se emplazó
en el estadio.