Durante los años 50 el fútbol profesional leproso
ingresó en una meseta, que sin embargo no impidió el desarrollo de una intensa
vida social y deportiva amateur. María Luisa Castelli, “La Saeta Rosarina”,
fue sin dudas la figura más descollante del atletismo local y una de las
grandes glorias del deporte rojinegro.
Si bien se inicia a los 13 años como nadadora bajo
las órdenes de Alberto Demiddi, pronto se entusiasma con los ejercicios
atléticos dirigidos por Alberto García Pérez. Tras realizarle unas pruebas
junto al arco que da al Palomar, el entrenador se convence de que está frente a
una fuera de serie. Luego de sortear distintas competiciones a nivel local, “La Flaca” es seleccionada para
representar al país en los II Juegos Deportivos Panamericanos de México 1955. Para
lograr aquel mérito tuvo que enfrentar a las candidatas de la Capital Federal,
que a pesar del favoritismo no pudieron opacarla. Con apenas 18 años, en
aquellos Panamericanos obtiene la medalla de bronce en los 100 metros llanos -la
prueba atlética más relevante- marcando 12 segundos. Esto la convierte en
récord nacional durante 16 años. Desde el podio observa la bandera albiceleste
y aún hoy -con la voz quebrada por la emoción- relata que “debajo de la camiseta de Argentina, tenía la de Newell’s…”
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Panamericanos México 1955. |
Pero a los 20 años, un desgarro la aleja de las
pistas. A partir de allí, se mantiene vinculada a la disciplina como jueza en distintas
competencias y participando de la A.R.D.A.
(Asociación Rosarina de Atletismo). Aquella marca alcanzada en México resiste
aún como récord rosarino, sin que “La
Flaca” haya podido darse el gusto de verlo superado…
En julio de 2014, se presentó un proyecto para que la Maratón Aniversario del CANOB lleve el nombre de "María Luisa Castelli. Si bien ese año se le realizó un emotivo homenaje, la idea fue rechazada tanto por la Comisión Directiva como por el Departamento de Deportes Amateur.
Reviví la entrevista completa realizada en El Grito
Sagrado: (Hacer Click)