3.21.2020

El Colegio Comercial Anglo Argentino y las epidemias de cólera y fiebre amarilla.


En tiempos de cuarentena por la pandemia del Coronavirus (Covid-19), resulta interesante repasar parte del contexto fundacional del Colegio Comercial Anglo Argentino, cuna del fútbol nacional.


El Colegio de Isaac Newell en 1893.

En enero de 1869 -año del arribo de Isaac Newell al puerto de Rosario- se produce la rendición y posterior saqueo de Asunción en Paraguay. Finaliza así la Guerra de la Triple Alianza, que tras cinco años de sangriento conflicto deja un tendal de muertos y heridos, además de las epidemias de cólera y fiebre amarilla, diseminadas por las tropas brasileras. El cólera desembarcó en Rosario y posteriormente en Buenos Aires, causando un fuerte impacto en la población: 420 muertes en nuestra ciudad, que por entonces albergaba a unos 20.000 habitantes. Según un artículo publicado por Oscar Ensinck en la “Revista de Historia de Rosario” (1963) “el aspecto de la ciudad era desolador, calles desiertas de público y hasta de soldados. Cuadras y cuadras con sus casas totalmente cerradas, algunas con sus moradores yaciendo en su interior sin vida”.
    Es por eso que en el Colegio Comercial Anglo Argentino -fundado en 1884- se siguen determinados cánones de higiene, lo cual es puesto de relieve en los avisos publicitarios en los que se ofrece un local “vasto e higiénico”. No era para menos, las epidemias se repetirían en 1887 y 1894.
Fue Mario Parodi -en su libro Minuto 91 (1987)- quien puso de relieve este aspecto crucial para la época, al que el propio Isaac Newell le asignaba una importancia superlativa:
    “En cuanto al aseo, los alumnos eran sometidos a una revisión diaria; por la mañana debían formar fila y el implacable director inspeccionaba uno por uno las manos, las orejas y las pantorrillas. Al descuidado en su limpieza lo sacaba de la fila y se lo llevaba de una oreja...”