Por: Identidad Leprosa.
Desde hace algún tiempo se ha querido instalar que Víctor Rogelio “Condorito” Ramos -máximo goleador leproso en el profesionalismo- alcanzó un total de “103” goles (y no 104 como se le computó siempre).El error surge al tomar como válida una estadística publicada en el diario “La Capital”, en la que un periodista partidario del club de Arroyito decide birlarle un gol a Ramos, justificándose en las crónicas que afirman que, en el partido disputado en el Parque el 13/11/1983 ante Racing de Córdoba, el primer tanto de la goleada leprosa (4 a 1), fue anotado por el jugador Juan Torletti “en contra”.
¿Cómo fue el gol? A los 18
segundos del segundo tiempo, un avance de Víctor Ramos por la derecha
deriva en un remate que, al rozar levemente en un rival, descoloca al arquero
que ve cómo la pelota lo supera. En un esfuerzo final, el guardameta se tira
hacia atrás y logra manotear el balón. Para quienes asistimos al estadio ese
día -y evidentemente también para el juez del partido- cuando el
arquero hace contacto con la pelota, ésta ya habría cruzado la línea de cal.
Ante ese rechazo en falso, intervienen Acosta Silva (NOB) y Torletti (Racing) y
la pelota termina definitivamente en el fondo de la red.
Más allá de las diferentes
interpretaciones subjetivas, en la propia crónica del diario La Capital, se
deja constancia que “el árbitro le otorgó la conquista a Ramos” (adjuntamos
recortes).
Otros medios locales, como el
diario Rosario, directamente le adjudican el gol a “Condorito” sin polémica
alguna. Para más dato, ese año Ramos finalizó como goleador del
Metropolitano con 30 goles (incluyendo el tanto recién reseñado), lo
cual es unánimemente aceptado.
Para muchos/as, el veredicto
oficial de la autoridad máxima del partido, bastaría para cerrar la polémica y
devolverle a “Condorito” sus 104 goles oficiales.
Desde nuestro espacio, no somos
puristas de las verdades “oficiales”. Para nosotros/as, la historia es un hecho
social que debe ser validado colectivamente. Por eso, además del referido
dictamen oficial, están los cientos de artículos y notas periodísticas,
recuentos estadísticos, plaquetas y reconocimientos recibidos a lo largo de los
años por nuestro goleador. Esa es la verdadera historia. Está escrita en los
documentos, pero por sobre todas las cosas, está escrita en la memoria
colectiva del pueblo leproso. Manotearle un gol a “Condorito”, no sólo es
una torpeza técnica/estadística: implica alterar el proceso histórico que
consagró a Ramos como máximo goleador del club en el profesionalismo (lo cual
ocurrió en 1987), modificando a su vez las vivencias y la memoria histórica de
socios/as, hinchas y del público en general.
Pero tampoco somos ingenuos.
El supuesto gol “en contra” no se trata de un “nuevo descubrimiento”. Está al
alcance de cualquiera, en las crónicas de la época. ¿Por qué se abre
entonces esta falsa polémica, más de tres décadas después? Una respuesta
podría fundarse en el capricho de algún periodista con trastorno de
personalidad histriónico (comportamiento infantil que caracteriza a quien
intenta constantemente llamar la atención). Pero lo más probable es que se
trate de una estrategia planeada desde la vereda de enfrente. Público y
notorio es que nuestro clásico rival, luego de naufragar en su 4to descenso, se
puso como objetivo intentar equiparar a cualquier costo al club Más Grande del
Interior (parte de esta estrategia está vinculada a la desopilante estadística
del clásico que se ha intentado imponer y que desenmascaramos oportunamente).
El fútbol es el más pasional de los deportes, entre otras cosas porque es imposible reducirlo a lo numérico. Cada gol de “Condorito” impactó en el alma de nuestra hinchada de un modo imposible de cuantificar. Sin embargo, a la hora de adjudicarle su mérito personal, los 104 goles de Víctor Rogelio Ramos, son una realidad histórica, imposible de manosear por los punguistas del presente.
Ramos convierte su gol Nro 100 en Newell's. |